El Peñarroya cayó derrotado en el Primero de Mayo por 2-1 ante el San Juan, en un partido plagado de dificultades para los discípulos de Pepe Hueso.
De entrada se encontraron con un campo embarrado, que si bien es cierto que perjudicaba a los dos por igual, jugó más en contra de los visitantes, ya que cuando apenas se llevaban disputados tres minutos del encuentro, un despeje de los peñarriblenses iba a impactar en la espalda de Gordi, quedando el balón franco para que Jairo pusiera por delante al San Juan en el marcador. Tocaba pues nadar contracorriente y a fe que los discípulos de Hueso lo intentaron, si bien no tuvieron suerte, todo lo contrario que el San Juan, que se aprovechó de una cesión erronea de un defensor peñarriblense, para montar un rápido dos contra uno, en el que acabaron batiendo a Andrés.
Las penalidades seguirían poco después con la expulsión de Fernando, que dejaban a su equipo con inferioridad numérica durante buena parte del partido, aún así, Schuster tuvo la posibilidad de meter a su equipo en el partido antes del descanso, pero un defensor sacó su lanzamiento, debajo de la misma línea de gol.
Hueso no se amedrantó por jugar con un futbolista menos, y salió a por todas en la segunda parte, fruto de ello fueron las ocasiones de que dispusieron Carlos, Enma y Gari para reducir diferencias, pero el balón no quería entrar, de manera que no sería hasta los instantes finales, cuando Toro, de falta, coniguió marcar el esperanzador 2-1. Este gol espoleó a los visitantes que buscaron hasta el pitido final el conseguir la igualada, cosa que a la postre no podrían conseguir.